Para la conquista del Yuzu de Kôchi

Japón lleva ya casi 2 años reconstruyendo una parte de su país y con este pequeño cítrico que crece en las montañas de la jefatura de Kôchi quería recordar lo maravilloso de sus productos. La zona de Kôchi es muy famosa por su producción de yuzu: su clima es perfecto por su humedad y sol. Además, hay árboles de yuzu salvajes creciendo en Kôchi.

Sin entrar en muchos detalles, el yuzu tiene bastantes semillas, poco jugo y una piel espesa/gruesa. Sus usos son similares a los de un limón. Intentando de describir su perfume se podría decir que su piel, la parte más preciada, recuerda a la cidra, la mandarina y la lima. Su sabor es parecido a una mezcla entre un pomelo ácido y una mandarina verde. Sirve para condimento para sal y pimienta, para vinagreta, salsas y postres. Se puede usar directamente con pescado a la plancha, tofu y carnes o verduras a la barbacoa.

Esta vez hemos encontrado este maravilloso yuzu de Kôchi a través de la empresa de Olivier Derenne: Palmifrance-Nishikidôri Market (tiene el nombre del fantástico mercado de Kyoto). Este apasionado de la gastronomía japonesa propone en su página web productos de gran calidad, 100% naturales.  Ahora, cierra los ojos e imagina el yuzu, esa mezcla de sabores cítricos… con unas costillas de cerdo y salsa de miso blanco… con un poco de ralladura de su piel y un mollete semi caliente y crujiente… con un buen queso de cabra, añadido a un bizcocho de toda la vida, para tomar para desayunar o para merendar… en un mug con miel y agua caliente un domingo frío y lluvioso, como hacen los coreanos… o como en esta foto, pura sencillez, para una cenita ligera solamente una buenas vieiras a la plancha unos minutitos, ralladura de yuzu, salsa ponzu y cristales de sal Maldon… así que si podéis conseguirlo, espero que conquiste poco a poco vuestros platitos!…Y yo, voy a pensar el postre con yuzu de la próxima cena secreta 😉

Si queréis ver más recetas con yuzu que preparamos en el blog, pinchad aquí.

 

… Y si un día vais a Japón no os perdáis un baño en agua caliente con yuzu, ¡con efectos relajantes increíbles!

Huevas de pescado curadas y cómo prepararlas con pasta

Este es un plato increíblemene delicioso, resulta maravilloso ver cómo se pegan las huevas de pescado a la pasta, igual que lo hace el Parmesano, claro presagio de la sensación que tendrás en boca cuando los pruebes. Las huevas tienen una textura cremosa y la salsa que las acompaña incrementa aún más la sensación de sedosidad. Algo que no deberías perderte bajo ningún concepto, te aseguro que merece la pena.

La textura de las huevas es completamente distinta a la de los salazones a los que estamos acostumbrados; llevan una curación corta y con poca cantidad de sal, por eso resultan jugosas, de sabor suave, con un ligero punto picante.

Quería hacer algo parecido al mentaiko (明太子) japonés o el myeongnan (명란) coreano y le pregunté a una amiga coreana cómo lo preparaba ella, pero su respuesta llegó tarde, así que lo hice a mi manera. Luego me contó que en Corea las huevas se maceran en sal durante 5 días y después se añade guindilla en polvo (las que se usan para kimchi) y láminas de ajo y se maceran otros 5 días (no me dió cantidades exactas). Después se suelen tomar con arroz caliente junto con aceite de sesamo y cebollino picado.

También me gusta la poca ortodoxia de la preparación, que le da un con un punto de rebeldía y de sorpresa: de raíces coreanas, hecho con pasta italiana, que, para más inri, se toma en frío. [Seguir leyendo…]

«Flan» de huevas de merluza

flan huevas

Se me ocurrió hacer esto hace unos días, al encontrar en el mercado unas huevas de merluza fresquísimas y enormísimas:

huevas en agua

Y pensé en limpiarlas y cocinarlas como hacen los japoneses con las huevas de salmón:

Primero abrí la bolsa y retiré con mucho cuidado las huevas.

huevas fuera bolsa

Luego las metí en agua a 40ºC para que se cocieran parcialmente y las masajeé suavemente para deshacer su red de forma que quedaran sueltas. El cable es de la sonda para medir la temperatura.

huevas en agua 40ºC

Colé y retiré los restos de venas.

huevas colador

Y repetí la operación otra vez hasta que el agua no tuviera ese tono rojizo inicial, colé y volví a añadir agua, esta vez fría para detener la cocción.

Obtuve unos 650 gramos de huevas  sin terminar de colar, calculo que con un 20% de agua, Lo más interesante fue su textura – tenían muy poco sabor, así que las aderecé con un poco de sal (1%), una cucharada de azúcar y otra de dashinomoto. Añadí 4 huevos bien batidos y cociné al vapor en moldes hasta que llegó a 80ºC y enfrié rápidamente.

El resultado fue muy bueno, me encantó la textura de las huevas combinado con el punto ahumado e intenso del dashi que recuerda un poco a las huevas en salazón y aún más, poder servir un flan de primer plato.

textura flan

Detalle de la textura del flan

Para darle un punto de acidez y frescor, una mayonesa con un aceite de aberquina delicioso que tengo, un poco de lima y EstonoesYuzuKosho.