Dos nuevos sponsors en el blog

Aunque muchos no os habréis dado cuenta, seguro que  más de uno ha notado que desde hace muy poco tenemos banners de nuestros dos nuevos sponsors en el lateral derecho.  Hasta ahora no habíamos aceptado publicidad en el blog. ¿Y por qué el cambio de opinión? porque para nosotros lo que estas dos marcas simbolizan va más allá de un simple banner, no es sólo publicidad, de una manera u otra conectamos de forma íntima con lo su esencia de marca y en este intercambio todos nos enriquecemos.

Con Cordón Bleu, sencillamente porque es un honor que una escuela tan reconocida y con tanto recorrido como esta quiera estar presente en nuestro blog y esperamos que nuestra colaboración continúe y sigamos haciendo más cosas con ellos.


 Y en el caso de Lecuine los motivos son distintos. Se trata de una empresa nueva, que está empezando en el mundo de la gastronomía. Pero lo que ofrece en su web es una especie de preselección de utensilios de cocina que uno querría tener – por lo menos yo. Nos decidimos por ellos porque creemos que su web conecta con la esencia de Umami-Madrid: ante todo busca la calidad en sus productos, es exigente y elige muy bien lo que quiere ofrecer. Hay otra cosa que nos atrajo desde el principio que es casi más importante: su forma de hacer publicidad basada en que todos salgamos beneficiados, desde el blog ellos se dan a conocer, a nosotros nos ayudan, y a los lectores les ofrece un 5% de descuento en sus productos, de esta manera todos salimos ganando, así que ¿cómo rechazar una oferta como ésta?

Además   de vez en cuando nos regalan algún que otro producto para que, con total libertad, hablemos y demos nuestras impresiones sobre ellos. Un ejemplo, este cuchillo japonés de Kai,de la  gama Shun premier, los mejores cuchillos de la marca. Nos ha encantado, no sólo porque son espectaculares a nivel estético, también porque es un cuchillo de una dureza impresionante y un filo increíble, de los que acabas usando a diario  porque es un placer mirarlo y tenerlo en la mano. Y, como buen producto japonés, cuida cada detalle; en la parte superior de la hoja podéis ver unas hendiduras que se hacen martilleando a mano cada cuchillo, una técnica tradicional de decorar y dar forma a metales típica de Japón (tsuchi-me), que le da un aspecto tan delicado y tan wabi-sabi.

Os dejo otra imagen del cuchillo sacada de la web de Lecuine:

Poco a poco irán incorporando nuevos productos en su tienda, como las ollas a presión de Kuhn Rikon, una de las mejores que hay en el mercado, así que estaros atentos.

Un platito de cerdo picante o… ¡Dwaejigogibokkeum!

¡No te preocupes!…La receta no es tan complicada como su nombre coreano…es fácil, rápida y deliciosa. El único ingrediente exótico que hay que tener es el polvo de guindilla coreano…muy fácil de encontrar en las tiendas asiáticas de c/ general Margallo. Si no puedes encontrarlo, avisadme y pondré una foto del paquete… o con google imágenes busca “kochukaru “. Una vez que la tienes esta guindilla servirá para muchísimas recetas, se trata de una guindilla muy saborosa y ligeramente picante. Llevo muchos años usándola y vale para un salteado de calamares, un guiso de rabo, en una salsa con nata para pasta, etc.

Ingredientes para 4 pax:

  • 600 g de cerdo cortado en trozos pequeños (prefiero usar aguja)
  • 1 cebolla mediana picada
  • 3 dientes de ajo picado
  • ½ cucharita de jengibre picado
  • ½ pimiento verde cortado en palos de 2 cm
  • 1 calabacín cortado en palos de 2 cm
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 1 cucharada de guindilla coreana en polvo (kochukaru)
  • 1 cucharita de pasta de soja picante (Gochujang)
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • ½ cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharaditas de aceite de sésamo

Preparación:

  1. En un cuenco mezcla el cerdo con los ingredientes para marinar la carne: ajo, jengibre, azúcar, guindilla coreana, salsa de soja, pimienta negra y pasta de soja picante. Deja marinar como mínimo una hora (hasta un día entero).
  2. Calienta una sartén de fondo grueso (tenemos una Woll en Titanio que está fenomenal para saltear cualquiera cosa) saltea a fuego fuerte la cebolla, el calabacín y el pimiento verde con un poco de aceite de oliva unos 4 minutos. Reserva en un cuenco.

3. En la misma sartén, saltea a fuego fuerte el cerdo marinado hasta que sea casi cocinado. Echa en la sartén las verduras, el aceite de sésamo y mezcla todo bien un minuto.

4. Transfiere a una fuente.

Guarnición:

Se puede tomar solamente con un bol de arroz o una ensaladita de canónigos por ejemplo.

Para un aperitivo en casa con amigos o solamente para una comida divertida se puede comer al estilo “Ssäm” (envuelto) con unos cogollos o endivias y decorar con semillas de sésamo tostadas…y kimchi si tienes.

 Foto: Góndola de cerdo al estilo coreano con cubitos de Granny Smith…

¡perfecto para tomar en la terraza con unas cañas!

Rollitos de dorada salvaje, albahaca y piel de cítrico con vinagreta vietnamita

Otro plato sencillísimo, y sólo hay que tener buena materia prima y un buen cuchillo. Limpiamos una dorada salvaje, quitamos todas las espinas y la piel y cortamos el láminas de unos 15 cm de largo y unos 3 mm de grosor. Colocamos sobre papel film unas 7 láminas para cada rollito, añadimos unas hojas de albahaca, piel del cítrico que más te guste en una juliana muy muy fina asegurándote de que no quede nada del alvedo (la parte blanca de la piel) y enrolla como si fuera un maki.

Ya sólo queda cortarlo el 5 ó 6 piezas, retirar el papel film y servir con una nuoc cham (salsa de pescado, algo de picante, ajo, lima, azúcar y agua) para mojar el rollito, para que despierte aún más los sabores. Hicimos una primera prueba con salsa de soja y otra con ponzu y me gustó mucho menos. Ah, y está decorado con unos brotes de sisho que están empezando a salir en la terraza.

El resultado, un plato sencillísimo, con sabor, pero sin que el pescado quede en segundo plano. Me encanta la fuerza que le aporta el chiai (el músculo central – más oscuro por estar más ejercitado) al platillo y estéticamente también gana.

El Quatre-quarts ¡viva la Bretaña!

Quería hacer un bizcocho para el desayuno de mis sobrinos y pensé que con este gran clásico y la receta de un gran pastelero, el resultado tendría que ser un gran bizcocho… ¡y lo fue! La receta viene directamente del Larousse de Postres de Pierre Hermé que me regaló mí cuñada el año pasado por navidad.

Bueno, si todavía no lo conocéis y no has reconocido el quatre-quarts, seguro que lo conoces por el nombre cuatro cuartos (o pound cake en inglés). La receta es sencillísima y con ingredientes de buena calidad el bizcocho queda deliciosamente perfumado sin que lleve nada de ralladura de cítrico o aroma de algo… cuidado que tiene un poder adictivo 😉 un bizcocho para desayunar, merendar, o tomar cuando sea, con un té, un cafetito, o con los niños con un vaso de leche fresca… ¡y untado con un pelín de nutella!

Ingredientes (para 6-8 pax):

  • 3 huevos
  • Toma el mismo peso que los huevos para el azúcar, la mantequilla y la harina
  • 2 pizcas de sal
  • 5 cl de ron (opcional)

Preparación:
Precalienta el horno a 200 °C.
Pesa los huevos, luego añade el mismo peso de azúcar, mantequilla y harina.
Tamiza la harina y funde la mantequilla en el microondas.
Rompe los huevos, separa las claras de las yemas. Monta las claras de huevo a punto de nieve con 1 pizca de sal.
En un cuenco grande, mezcla las yemas, el azúcar y la sal hasta que blanquee.
Añade, mezclando bien después de cada nuevo ingrediente, la mantequilla derretida, la harina y por último el ron (o brandy).
Añade las claras con mucho cuidado girando siempre en la misma dirección.

Echa mantequilla en un molde rectangular y vierte la masa. Hornea a 200ºC durante 10 minutos, baja la temperatura del horno a 180º y cuece durante unos 25-30 minutos.
Espera a que el bizcocho esté tibio para sacarlo del molde.

Comentario:
En Bretaña se usa bastante mantequilla con sal, así que por supuesto se puede usar 50% de mantequilla con sal y 50% de mantequilla sin. Así el bizcocho se acercará al sabor único que tiene,n por ejemplo, las galletas de allí que llevan “beurre demi-sel” (mantequilla semi-salada).

El «Beurre blanc» irresistible con miso blanco

Llegan en una cazuela dos ingredientes fabulosos: Mantequilla y Miso. A penas acaban de encontrarse que en unos segundos se llevan fenomenal ya, llaman la atención y encantan a todo el mundo.

La mantequilla: gran invención. Para una purée me encanta, también para unas carnes a la plancha y si es muy buena, untada sobre un pan recién hecho es una delicia ¡y casi me puedo comer la barra de pan entera!

El miso: fantástico producto. Vale para más cosas que la famosa sopa miso, vinagretas, marinadas de carnes o pescado, tenéis que experimentar en vuestra cocina con esta maravilla que además se puede encontrar muy fácilmente (por lo menos en Madrid) y no sólo en tiendas asiáticas, también en herbolarios, tiendas con productos ecológicos, etc.

Señores y señoras os presento una salsa tan rica ¡que vuestro plato va a acabar como si un perrito lo hubiera chupado! 😉

Ingredientes:

  •  40 g de chalotas
  • 1 tallo de lemongrass (opcional)
  • 0,04 L de vino blanco
  • 0,02 L de vinagre blanco
  • 0,10 L de nata liquida
  • 200 g de mantequilla, cortada en trocitos pequeños
  • 50 g de miso blanco (puedes añadir más si te gustas)

Preparación:

Lava, pela y pica las chalotas. Pica el lemongrass muy finito.
En una cazuela, echa el vino, el vinagre, las chalotas y el lemongrass y deja reducir hasta que quede muy poco de líquido.
Fuera del fuego, añade poquito a poquito la mantequilla y mezcla con una varilla. Emulsiona hasta que tenga una textura untuosa.
Mezcla un poco de miso con la mitad de la nata para que sea más fácil de añadir y échalo en la cazuela con el resto de la nata.
Sirve inmediatamente, o mantén al baño maría a 40/45ºC. Se puede guardar en la nevera un par de días.

El plato de la foto lleva:

Vieiras, langostinos, salmonete , champiñones, okra, bolas de arroz glutinoso y azafrán

Aplicación de Shio Koji con cordero

He encontrado unas chuletitas de cordero en el mercado de la Cámara Agraria (cada primer sábado del mes cerca de la Casa de Campo) y me parecieron fantásticas para hacer a la plancha en la terraza. Además, así aprovecho de usar el bote de Shio Koji… ¡para que no se quede un montón de meses en la nevera!  😉

Si tienes 10 minutitos por la mañana cuando vuelvas del mercado puedes prepararlas y ya tienes la comida casi hecha.

Ingredientes para 4 pax:

  • 1 kg de chuletas de cordero
  • 1 rama de romero o tomillo
  • 1 cuchara de shio koji
  • ½ cucharita de sal
  • 1 diente de ajo picado

 

Preparación:

Marina todos los ingredientes una noche o unas 8 horas.

Haz a la plancha las chuletas a fuego bastante fuerte para dorarlas bien.

¡Nada más!

Guarnición del día: Salteado de calabacín, judías verdes, cilantro y Ras el Hanout (se compra por ejemplo en tiendas árabes de la zona de Lavapiés de Madrid, lleva: pimienta, jengibre, hinojo, sal, cúrcuma, cilantro, harina de maíz)

Comentario:

Si no tienes shio koji en casa (¡como que no tienes!) se puede usar:

  • 1 cuchara de pasta de miso blanco
  • ½ cuchara de azúcar blanco
  • 1 cuchara de sake o jerez