Los fideos de la operación bikini… ¡con 0 calorías!!!

Voy a compartir mi secreto del verano: los fideos shirataki para seguir comiendo algo bueno cuando debería evitar comer carbohidratos cada día  tipo pan, pasta, etc. La verdad es que los he descubierto hace poco, tienen muy poco sabor y entonces son muy versátiles y sin gluten.

¿Por qué estos fideos son milagrosos?

El ingrediente para hacerlos viene de la planta que se llama Konjak (o también konjaku, la lengua del diablo, voodoo lily, o elephant yam). Tienen un contenido muy alto en almidón y en glucomannan. El glucomannan tiene un efecto secuestrante (forma un gel viscoso que retrasa la absorción de lípidos y glúcidos), un efecto voluminizante (aumenta la repleción del estómago y prolonga la sensación de saciedad). Los fideos shirataki tienen 0 calorías. ¡Si, has leído bien! Lo digo en serio.

Los fideos que compro vienen envasados ​​en agua y técnicamente están «listos para comer”. Algunas marcas pueden requerir un aclarado porque el agua que se usa para guardar los fideos tiene un olor que puede ser desagradable para los que no están acostumbrados. Tranquilo: un enjuague rápido con agua caliente y el olor habrá desaparecido totalmente.

¿Pero Émilie, donde está la receta? ¡¡No necesitas receta en este post, prepara los fideos como quieras!! Puedes preparar los fideos de un montón de maneras. Mi preferida es salteándolos. En la foto, simplemente puse a dorar un poco de ajo picado y cebolla morada con aceite de oliva. A fuego fuerte, un par de minutitos después añadí trocitos de calabacín y un minuto después añadí los fideos, un chorrito de salsa de soja, y termine con una pizca de shichimi togarashi.


Comentarios:

  • Has encontrado shirataki y en el paquete dice que tiene 40 calorías para una bolsa de medio kilo…

Es muy posible que hayas comprado TOFU fideos shirataki. El Tofu tiene calorías – La harina shirataki no. Al comprar fideos shirataki que se han mezclado con tofu, el aspecto y la textura están más cerca de pasta de trigo pero tiene algunas calorías más.

  • ¿Dónde comprar esta cosa increíble?

En las tiendas japonesas de Madrid y también las tiendas chinas de la calle General Margallo. También se puede conseguir por internet.

  • ¿Comer fuera engorda?

¡Llévate las sobras al trabajo o a un pic-nic! Estos fideos una vez que están preparados se pueden comer fríos o calientes.

  •  ¿Qué cantidad hay que comer para no quedar con hambre?

A mí me parece que con 200 gr tienes bastante para 2 personas, pero eso si lo comes con algo de proteínas (como una pechuga de pollo a la plancha). Si no, podría ser un poco justito.

¡Buen provecho!

Terrina de Pato Mulard con textura elástica

Este plato es una auténtica declaración de intenciones, la esencia de lo que hacemos en Umami-Madrid con nuestras idas, venidas y referencias gastro-culturales a Asia y a Europa: en este caso, sabores predominantemente occidentales, que recuerdan a un pato a la naranja, con una textura totalmente asiática a la que no estamos tan acostumbrados. Y el sabor protagonista del pato es casi tan importante – si no más – que la textura tan especial que tiene – la misma que las «pelotitas» asiáticas que suelen servirse en sopas, esas que recuerdan a las de goma que tanto rebotan y que tanto gustan a los niños.

Esta transformación de la textura me dejaba alucinado; no conseguía comprender qué pasaba durante el amasado para que esta se transformara; estuve buscando en internet y en libros sin éxito hasta que finalmente decidí consultar al GRANDÍSIMO HAROLD McGEE. Os dejo una transcripción del mail y la traducción más abajo:

De:  Harold McGee <———>
Enviado el: jueves, 06 de marzo de 2008 21:48
Para: AGUIRRE POLO, IÑIGO DANIEL
Asunto: Re: re. black tea brewing
Dear Íñigo,
What you describe is very similar to what happens when you make a meat batter for mortadella-style sausages. When you work the meat with a little bit of salt, you extract myosin proteins from within the mince pieces, and they form a sticky coating on all the surfaces, which is why it behaves like a dough. When you cook the meatballs the myosin coating coagulates into an unmeltable jelly that surrounds all the pieces, and that’s where the springiness comes from.
Hope that makes sense.
Best wishes,
Harold

 On Thu, Mar 7, 2013 at 4:00 AM, AGUIRRE POLO, IÑIGO DANIEL <> wrote:

Dear Harold,
 Hope this mail finds you in good condition – it’s been almost two years since my last email.
I’m writing to ask you if you could possibly help me with a culinary mystery. I have been making boiled meatballs – the Asian springy style – for quite some years now and every time I do them (massaging the meat by hand for around and hour until the meat sticks together almost as a dough) I try to find on the internet why the mince changes so much and why is it that it becomes springy, but have never had success finding insightful information. Do you have any thoughts about this?
 Thanks so much in advance.
Kindest regards,
 Íñigo Aguirre

 

En resumen, cuando amasas carne con sal se extraen proteínas de miosina que forman una capa pegajosa en toda la superficie de la carne, lo que hace que se comporte como una masa. Cuando cocinas las albóndigas, la capa de miosina coagula formando una gelatina no fundible que cubre todas las piezas – de ahí es de donde viene su elasticidad.

Pero esto todavía resulta complicado de entender, por lo menos para mi, y seguro que como yo, os preguntaréis, (perdonad si hay algo que no está bien explicado, no soy un experto en estos temas).

  • ¿Qué es la proteína de miosina? Parece ser que es una proteína fibrosa y contráctil implicada en la contracción muscular, la proteína más abundante en el músculo. La miosina provoca la reducción de las distancias entre ambas fibras y, por lo tanto, la contracción muscular.

Ingredientes:

  • Carne picada:
    • 400 gr de muslos pato (si es Moulard, mejor, su sabor le va que ni pintado a esta preparación).
    • 200 gr de cerdo (busca una pieza ejercitada, las más oscuras).
    • 200 gr de contramuslo de pollo.
  • Un par de cucharadas de azúcar.
  • Una buena cantidad de pimienta negra recién picada.
  • Ralladura de naranja (1 ó 2, lo que prefieras).
  • Sal y salsa de pescado al 50/50.
  • Un chorrito de vinagre de Jerez.

Preparación:

  • Mezcla todos los ingredientes, prueba y rectifica el punto de sal (es increíble, pero en crudo está delicioso). Tienes que notar un sabor predominánte a pato, un ligero dulzor, el punto de sal y el aroma de la naranja.
  • Cuando esté a tu gusto, amasa la mezcla aplastando hasta que no se pegue a la mano y quede con una textura compacta – tardarás al menos 45 minutos y sudarás al menos un litro (ya sabes, no sweat, no gain). O si prefieres, puedes triturarla en una thermomix hasta llegar a esa consistencia, pero cuidado no se caliente la masa y acabe cociéndose (si se calienta demasiado añade un cubito de hielo).
  • Envuelve en film transparente como si se tratara de un maki y cuece al vapor hasta que alcance 60ºC a corazón de producto.

Y en la foto lo acompañamos con un tabulé como debe hacerse: con muy poca sémola, muchísimo perejil y muchas verduritas bien picadas a mano.

Un platito de cerdo picante o… ¡Dwaejigogibokkeum!

¡No te preocupes!…La receta no es tan complicada como su nombre coreano…es fácil, rápida y deliciosa. El único ingrediente exótico que hay que tener es el polvo de guindilla coreano…muy fácil de encontrar en las tiendas asiáticas de c/ general Margallo. Si no puedes encontrarlo, avisadme y pondré una foto del paquete… o con google imágenes busca “kochukaru “. Una vez que la tienes esta guindilla servirá para muchísimas recetas, se trata de una guindilla muy saborosa y ligeramente picante. Llevo muchos años usándola y vale para un salteado de calamares, un guiso de rabo, en una salsa con nata para pasta, etc.

Ingredientes para 4 pax:

  • 600 g de cerdo cortado en trozos pequeños (prefiero usar aguja)
  • 1 cebolla mediana picada
  • 3 dientes de ajo picado
  • ½ cucharita de jengibre picado
  • ½ pimiento verde cortado en palos de 2 cm
  • 1 calabacín cortado en palos de 2 cm
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 1 cucharada de guindilla coreana en polvo (kochukaru)
  • 1 cucharita de pasta de soja picante (Gochujang)
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • ½ cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharaditas de aceite de sésamo

Preparación:

  1. En un cuenco mezcla el cerdo con los ingredientes para marinar la carne: ajo, jengibre, azúcar, guindilla coreana, salsa de soja, pimienta negra y pasta de soja picante. Deja marinar como mínimo una hora (hasta un día entero).
  2. Calienta una sartén de fondo grueso (tenemos una Woll en Titanio que está fenomenal para saltear cualquiera cosa) saltea a fuego fuerte la cebolla, el calabacín y el pimiento verde con un poco de aceite de oliva unos 4 minutos. Reserva en un cuenco.

3. En la misma sartén, saltea a fuego fuerte el cerdo marinado hasta que sea casi cocinado. Echa en la sartén las verduras, el aceite de sésamo y mezcla todo bien un minuto.

4. Transfiere a una fuente.

Guarnición:

Se puede tomar solamente con un bol de arroz o una ensaladita de canónigos por ejemplo.

Para un aperitivo en casa con amigos o solamente para una comida divertida se puede comer al estilo “Ssäm” (envuelto) con unos cogollos o endivias y decorar con semillas de sésamo tostadas…y kimchi si tienes.

 Foto: Góndola de cerdo al estilo coreano con cubitos de Granny Smith…

¡perfecto para tomar en la terraza con unas cañas!

Rollitos de dorada salvaje, albahaca y piel de cítrico con vinagreta vietnamita

Otro plato sencillísimo, y sólo hay que tener buena materia prima y un buen cuchillo. Limpiamos una dorada salvaje, quitamos todas las espinas y la piel y cortamos el láminas de unos 15 cm de largo y unos 3 mm de grosor. Colocamos sobre papel film unas 7 láminas para cada rollito, añadimos unas hojas de albahaca, piel del cítrico que más te guste en una juliana muy muy fina asegurándote de que no quede nada del alvedo (la parte blanca de la piel) y enrolla como si fuera un maki.

Ya sólo queda cortarlo el 5 ó 6 piezas, retirar el papel film y servir con una nuoc cham (salsa de pescado, algo de picante, ajo, lima, azúcar y agua) para mojar el rollito, para que despierte aún más los sabores. Hicimos una primera prueba con salsa de soja y otra con ponzu y me gustó mucho menos. Ah, y está decorado con unos brotes de sisho que están empezando a salir en la terraza.

El resultado, un plato sencillísimo, con sabor, pero sin que el pescado quede en segundo plano. Me encanta la fuerza que le aporta el chiai (el músculo central – más oscuro por estar más ejercitado) al platillo y estéticamente también gana.

El «Beurre blanc» irresistible con miso blanco

Llegan en una cazuela dos ingredientes fabulosos: Mantequilla y Miso. A penas acaban de encontrarse que en unos segundos se llevan fenomenal ya, llaman la atención y encantan a todo el mundo.

La mantequilla: gran invención. Para una purée me encanta, también para unas carnes a la plancha y si es muy buena, untada sobre un pan recién hecho es una delicia ¡y casi me puedo comer la barra de pan entera!

El miso: fantástico producto. Vale para más cosas que la famosa sopa miso, vinagretas, marinadas de carnes o pescado, tenéis que experimentar en vuestra cocina con esta maravilla que además se puede encontrar muy fácilmente (por lo menos en Madrid) y no sólo en tiendas asiáticas, también en herbolarios, tiendas con productos ecológicos, etc.

Señores y señoras os presento una salsa tan rica ¡que vuestro plato va a acabar como si un perrito lo hubiera chupado! 😉

Ingredientes:

  •  40 g de chalotas
  • 1 tallo de lemongrass (opcional)
  • 0,04 L de vino blanco
  • 0,02 L de vinagre blanco
  • 0,10 L de nata liquida
  • 200 g de mantequilla, cortada en trocitos pequeños
  • 50 g de miso blanco (puedes añadir más si te gustas)

Preparación:

Lava, pela y pica las chalotas. Pica el lemongrass muy finito.
En una cazuela, echa el vino, el vinagre, las chalotas y el lemongrass y deja reducir hasta que quede muy poco de líquido.
Fuera del fuego, añade poquito a poquito la mantequilla y mezcla con una varilla. Emulsiona hasta que tenga una textura untuosa.
Mezcla un poco de miso con la mitad de la nata para que sea más fácil de añadir y échalo en la cazuela con el resto de la nata.
Sirve inmediatamente, o mantén al baño maría a 40/45ºC. Se puede guardar en la nevera un par de días.

El plato de la foto lleva:

Vieiras, langostinos, salmonete , champiñones, okra, bolas de arroz glutinoso y azafrán

Alitas de pollo Karaage

Cuando era muy pequeña, siempre que mi madre me preguntaba qué quería comer le contestaba “¡alitas de pollo!” y ella me decía “Qué bien, ¡las alitas son muy baratas!”. Si, son baratas, y también muy ricas y divertidas de comer (¡ensuciándose los dedos para chupárselos después ¡discretamente!) ;). A todo el mundo le gustan y además en España estos trocitos maravillosos de pollo son parte de las tapas de toda la vida. Mi madre las hace con 5 especias pero hoy os dejo una receta con jengibre para que todo el mundo pueda intentarlo en casa. Al final el resultado es muy parecido de las alitas de mi infancia… a ver qué nota me daría mi madre…

Ingredientes para 4 pax:

Para el marinado:

  • 10 alitas de pollo, partidas por la mitad
  • 4 cucharadas de Salsa de soja Kikkoman
  • ½ cucharita de pimienta negra
  • 3 cucharaditas de jengibre en polvo
  • 2 cucharaditas de ajo en polvo
  • 4 cucharadas de fécula de patata – si no tienes, sustituye por almidón de maíz
  • 1 cucharadita de aceite de sésamo (opcional)
  • 1 cucharada de Sake o Jerez, Mirin o vino chino de Shaoxing

Para freír:

Aceite de girasol

Preparación:

En un cuenco marina las alitas de pollo con todos los ingredientes. La salsa de soja debe cubrir el pollo y dejar un pequeño charco en la parte inferior. Esta pequeña piscina de salsa de soja, te ayudarán a saber si has añadido suficiente cantidad. Tapa con papel film y deja marinar durante al menos 1 hora y hasta 8 horas.

Calienta el aceite. Si se utiliza una freidora con control de temperatura o un termómetro, fríe a 180 ° C / 355 ° F. Si no, prueba con una sola pieza de pollo o un pequeño trozo de piel para ver si el aceite está suficientemente caliente. Fríe los trozos de pollo en pequeñas tandas hasta alcanzar un color dorado profundo, alrededor de 6 minutos en total.

Escurre bien – una rejilla es mejor para esto, pero por supuesto, el papel cocina también funciona bien. Algunas personas le gustan añadir una pizca de shichimi togarashi y unas gotas de zumo de lima para darle un punto fresco.

Resiste unos segundos y para maximizar su exquisitez, come mientras estén caliente… ¡evitando quemarte!

Comentario:

Truco para verificar la temperatura del aceite
Un termómetro es la herramienta más precisa para medir la temperatura, por supuesto, pero hay un truco de cocina japonesa para probar la temperatura del aceite que es sorprendentemente fiable. Sólo hay que poner un palillo  largo (saibashi) verticalmente en la sartén con el aceite y verás que se empiezan a formar burbujas alrededor. Cuanto más rápidas suban, más caliente estará el aceite. Para karaage las burbujas deben ser muy pequeñas y rápidas. Se puede comprar saibashi en las tiendas japonesas y chinas. Asegúrate de obtener los de bambú, no de plástico, o este truco no funcionará.