Cocochas a la plancha

cocochas plancha

Hasta ahora sólo había probado las cocochas en pil-pil o a la brasa en el gran restaurante Elkano y nunca se me había ocurrido hacerlas a la plancha.

Cuando uno no tiene demasiado tiempo o prefiere comer más ligero, merece la pena hacerlas a la plancha, se hacen en casi nada de tiempo y es mucho más fácil apreciar las diferentes texturas que ofrecen: el crujiente exterior, la melosidad de la gelatina de los lados y las distintas texturas que ofrece cada músculo interior, alguna parte con una dureza deliciosa, otras con una melosidad increíble. Eso sí, escoge las de bacalao que al ser más grandes ayudan a apreciar las diferencias.

Para hacerlas:

En la sartén: sólo un chorrito de un buen aceite bien caliente, añade las cocochas cuando llegue a los 180º C, y da la vuelta aproximadamente cada 20 segundos para conseguir un buen dorado exterior sin que se sobrecocinen por dentro – mientras se hace el lado que está en contacto con la sartén el otro no se sigue cociendo, lo que permite llegar más lejos con el dorado. Es importante usar una muy buena sartén antiadherente, como éstas de Woll para evitar que se adhieran y se rompa la piel.

cocochas dorándose

Luego adereza con un poco de ralladura de lima, pimienta recién molida y una vinagreta, la nuestra a base de salsa de pescado y lima a partes iguales.

Caldo de oreja de cerdo, tan bueno como para bañarse en él

ramen oreja cerdo

Mi último gran descubrimiento, tan delicioso que podría sumergirme en el caldo hasta que se me arrugasen las yemas de los dedos.

Me vuelve loco cómo se pegan los labios de la cantidad de gelatina que contiene. Ademá,s tiene un color ligeramente lechoso que sólo había visto en caldos de cerdo en Japón que me encanta. Estoy seguro de que se va a convertir en un ingrediente fetiche a partir de ahora, no será la última vez que lo veáis en el blog.

Ingredientes para 1.5 litros de caldo:

  • Dos orejas de cerdo.
  • Una cebolla.
  • 4 clavos de olor.
  • 4 dientes de ajo.
  • Una cucharadita de pimienta en grano.
  • Una cucharadita de semillas de cilantro.
  • Sal.
  • Una cucharadita de glutamato monosódico.
  • 2 cucharadas de azúcar.
  • Una cucharada de salsa de pescado.
  • 2 segmentos de una pieza de anís estrellado (no uses más que es una especia muy intensa y no buscamos darle tanta potencia como a un Pho).

Preparación: cuece en olla express durante 30 minutos. Abre bajo chorro de agua, cuela y reduce a la mitad.

Con este sabor tan cerdil no podía quitarme de la cabeza los ramen tan deliciosos que tomé en mi último viaje a Japón, así que me puse manos a la obra con lo que tenía en casa para hacer algo que resultó totalmente heterodoxo: en vez de ramen, unos espaguetis italianos (De Cecco) unos dados de rape salteados para dar un punto de mar a tanto monte, ajo bien doradito, pimienta y menta. Definitivo. 

Y las orejas las reservamos para otra preparación.

Sardinas curadas

sardinas salmuera

Una marinada corta parecida a la de un salmón: dos partes de azúcar, media de glutamato y una de sal, deja al menos tres días en la nevera y tendrán este aspecto curado y un sabor a pronunciado, a mitad de camino entre unos arenques encurtidos (pero sin su acidez) y una anchoa, pero con toques más frescos:

saldinas después salmuera

Y ya están listas para tomar. Me encantan sobre un pan tostado, con un chorrito de aceite y vestidas con unas piparras, un poco de cebolla roja (o incluso mejor con chalotas) y unas gotas de lima.  

sardinas salmuerizadas sobre pan

Qué pena que no hubiera tenido eneldo.

O para tomar en ensalada con hojas amargas como rúcula o endivias.

¡De-li-ci-o-sas!

Ensaladita de las hojitas de los rabanitos

brotes de rabanito

En el mercado me contaron que hay gente que utiliza las hojas de los rabanitos para ensaladas. Y no están nada mal, frescos, ligeramente picantes – recuerdan a la rúcula – y aderezados con un ponzu. Me gusta más utilizar sólo las hojitas más pequeñas. Muy buenas.

La próxima vez que vayas al mercado pide que te dejen las hojitas.

Cómo limpiar pescaditos pequeños

Como intuyo que mi obsesión por los pescaditos va a ir para largo, ahí va una guía breve de cómo los estoy limpiando para dejarlos impecables.

Para hacerlo aplico una técnica de corte japonés que se llama Daimyo Oroshi o corte recto, aunque deja algo de carne en la espina, evita hacer el corte superior e inferior del lomo que no merece la pena en pescados de este tamaño. Y además nos ahorramos cortar aletas y demás.

Y al final del post explico otra técnica abreviada, mucho más sencilla.

He utilizado jureles pequeños, pero salvo por las escamas, el ejemplo aplica a cualquier pescadito.

santoku y escamador

Utensilios: necesitarás un cuchillo bien afilado, un escamador y unas pinzas (que no salen en la foto).

Lo ideal es usar un cuchillo específico para limpiar pescado, a mi me gustan los debas japoneses, pero como se trata de pescaditos con espinas microscópicas aptas para cualquier cuchillo, he decidido usar un santoku de la gama Shun Premier, un gran cuchillo que mantengo muy afilado y que además es precioso – tiene un acabado increíble que muestra las distintas capas de acero del filo y el golpeado tradicional para dar rugosidad al lado opuesto del filo.

Lo primero que hay que hacer es escamar con el utensilio de bronce, un escamador japonés.

jurel 1

En el caso de los jureles, sólo hace falta retirar la tira de escamas durísimas que tiene en cada lomo con un cuchillo:
jurel 2

Ya han salido y el chai, el músculo central, más oscuro porque es el más ejercitado, queda al descubierto. 

jurel 3 abrir tripaHaz una incisión transversal en la parte que separa la cabeza y el cuerpo y otra para abrir el abdomen, desde el ano hasta la cabeza.

Retira las tripas.

jurel 5 sin cabeza

Levanta la aleta dorsal y haz un corte transversal hasta llegar a la espina central. Da la vuelta y vuelve a realizar el mismo corte por el otro lado. Presiona con el cuchillo para, de un golpe seco, cortar la espina central.

jurel 5 lomitoPara sacar el primer lomo, apoya la mano sobre este con cuidado, introduce el cuchillo por el extremo de la cabeza formando un ángulo ligeramente inclinado sobre la espina de forma que al deslizar el cuchillo, quede la menor cantidad posible de carne en la espina.

Da la vuelta al pescadito y realiza el mismo corte.

jurel 6 3 piezas

Ya tienes los dos lomos y la espina central.

jurel 7 espinas ventresca

Para retirar las espinas del vientre, da la vuelta al cuchillo y con la punta sepáralas de las espinas centrales.

jurel 8 sin espinas tripa

Una vez liberadas, apoya un dedo sobre las espinas y desliza el cuchillo sobre las espinas para retirar el mínimo de carne posible.

jurel 9 espinas pinzas

Ahora sólo queda retirar las espinas centrales con unas pinzas (sobre todo preocúpate por las que están más cerca de la cabeza que son las más grandes y molestas)

jurel 10 lomito final

Y ya está terminada la operación. Pero no desesperes si te ha parecido complicado…

Hay otro método más sencillo que también funciona [Seguir leyendo…]

Boquerones macerados mínimamente en cítricos

Un platillo a mitad de camino entre los boquerones en vinagre españoles, un cebiche y una ensalada tailandesa.

Lleva una maceración mínima que sólo cuece la capa externa del boquerón a la vez que mantiene intacta  la textura interna del producto, mejorando muchísimo su sabor. La acidez equilibra la sensación tan grasa que aporta el pescado (podéis comprobarlo dándole un bocado a un lomito totalmente crudo) y precisamente porque ya son bastante grasos, no me parece necesario añadir ni una gota de aceite como solemos hacer con los boquerones en vinagre tradicionales.

La marinada lleva chiles, salsa de pescado, lima y mandarina para aprovechar la temporada de este cítrico tan aromático y dulce. Sin embargo, como la mezcla no es suficientemente ácida, hay que añadir un poco de ácido cítrico hasta conseguir la acidez  propia del jugo de lima (prueba y error, pero probablemente no necesites más de un par de gramos).

Ingredientes:

Para la marinada:

    • 2 cucharadas de salsa de pescado.
    • El jugo de 1 lima.
    • El zumo de 1 mandarina.
    • Unos gramos de ácido cítrico para añadir un mayor punto de acidez (debe ser tan ácido como el jugo de lima).
    • Unas gotas de Tabasco (al gusto).

El resto de ingredientes:

    • 300 gramos de boquerones limpios, sin la espina central y retirando también las espinas dorsales de los laterales de los lomos.
    • Unas hojas de cilantro.
    • Y un poco de cebolleta.

Preparación:

Macera el pescado en la marinada unos 10 minutos hasta que el exterior adquiera una tonalidad ligeramente blanquecina como en la foto:

Y el interior debe quedar así de crudo:

Sirve en un plato, añade la leche de tigre (así llaman al jugo de maceración en Perú), cilantro, cebolleta y si quieres, unas laminitas de chiles tailandeses «bird’s eye».

Y ni se te ocurra dejar el jugo en el plato que te busco, y como te encuentre, te doy una colleja.