Huevos de codorniz en dos cocciones con sambal de pimientos de piquillo

Un aperitivo perfecto: huevos de codorniz cocidos, pelados y luego fritos para que se forme una pequeña película ligeramente crujiente por fuera, como se hace en Singapur e Indonesia.

El sambal está hecho de forma tradicional, como mandan los cánones indonesios, una salsa con base de guindillas, ajo, jengibre, jugo de lima y pasta de gambas fermentada. Pero además lleva  pimientos de piquillo para darle ese sabor deliciosamente familiar al que estamos tan acostumbrados y que nos hace salivar con sólo olerlo. Ácida, dulce, salada, umami, pincante y aromática a más no poder.

Para preparar el sambal: tritura 2 ajos, la parte blanca de un tallo de lemongrass, una chalota, una cucharada de azúcar, sal pasta de gambas fermentada y un chile picante (preferiblemente bird’s eye tailandés). Saltea la mezcla en una sartén unos 10 – 15 minutos, añade unos pimientos de piquillo de lata y confita hasta reducirlos a la mitad. Luego tritura y cuela hasta obtener una salsa densa y fina.

Una gran manera de empezar cualquier comida. Y si quieres hacer de esto un plato principal solo tienes que sustituirlos por huevos de gallina.

Un platito de cerdo picante o… ¡Dwaejigogibokkeum!

¡No te preocupes!…La receta no es tan complicada como su nombre coreano…es fácil, rápida y deliciosa. El único ingrediente exótico que hay que tener es el polvo de guindilla coreano…muy fácil de encontrar en las tiendas asiáticas de c/ general Margallo. Si no puedes encontrarlo, avisadme y pondré una foto del paquete… o con google imágenes busca “kochukaru “. Una vez que la tienes esta guindilla servirá para muchísimas recetas, se trata de una guindilla muy saborosa y ligeramente picante. Llevo muchos años usándola y vale para un salteado de calamares, un guiso de rabo, en una salsa con nata para pasta, etc.

Ingredientes para 4 pax:

  • 600 g de cerdo cortado en trozos pequeños (prefiero usar aguja)
  • 1 cebolla mediana picada
  • 3 dientes de ajo picado
  • ½ cucharita de jengibre picado
  • ½ pimiento verde cortado en palos de 2 cm
  • 1 calabacín cortado en palos de 2 cm
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 1 cucharada de guindilla coreana en polvo (kochukaru)
  • 1 cucharita de pasta de soja picante (Gochujang)
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • ½ cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharaditas de aceite de sésamo

Preparación:

  1. En un cuenco mezcla el cerdo con los ingredientes para marinar la carne: ajo, jengibre, azúcar, guindilla coreana, salsa de soja, pimienta negra y pasta de soja picante. Deja marinar como mínimo una hora (hasta un día entero).
  2. Calienta una sartén de fondo grueso (tenemos una Woll en Titanio que está fenomenal para saltear cualquiera cosa) saltea a fuego fuerte la cebolla, el calabacín y el pimiento verde con un poco de aceite de oliva unos 4 minutos. Reserva en un cuenco.

3. En la misma sartén, saltea a fuego fuerte el cerdo marinado hasta que sea casi cocinado. Echa en la sartén las verduras, el aceite de sésamo y mezcla todo bien un minuto.

4. Transfiere a una fuente.

Guarnición:

Se puede tomar solamente con un bol de arroz o una ensaladita de canónigos por ejemplo.

Para un aperitivo en casa con amigos o solamente para una comida divertida se puede comer al estilo “Ssäm” (envuelto) con unos cogollos o endivias y decorar con semillas de sésamo tostadas…y kimchi si tienes.

 Foto: Góndola de cerdo al estilo coreano con cubitos de Granny Smith…

¡perfecto para tomar en la terraza con unas cañas!

El sexto, siempre el sexto mandamiento

Hace mucho tiempo que no me atrae algo sólo porque esté prohibido, pero ¡coño!, por una cosa o por otra, ¡el sexto mandamiento es el que más tentador! – más explicaciones en siguientes posts.

Los 10 mandamientos de la Nouvelle Cuisine (porque los otros nos los sabemos casi todos)

1- No cocerás demasiado

2- Utilizarás productos frescos y de calidad

3- Aligerarás tu carta

4- No serás sistemáticamente modernista

5- Te servirás de las aportaciones de nuevas técnicas

6- Evitarás adobos, fermentaciones, maridadas, etc

7- Eliminarás salsas blancas y oscuras

8- No ignorarás la dietética

9- No harás trampa en los montajes de los platillos

10- Deberás ser creativo

No puede ser que coincidan las fermentaciones con los actos impuros en el mismo mandamiento sólo por  casualidad, ¿será que son equivalentes y que ambos nos alegran la vida y por eso se prohíben? imposible porque una de las tablas  trata de gastronomía, un ejercicio de disfrute que, como el sexo, va más allá de la satisfacción de una pulsión (combustible para el cuerpo o combustible para la perpetuación de la especie), ¿no? ¿O que los adobos y fermentaciones, en la mente de sus autores eran un equivalente a la putrefacción que devenía de la vida díscola a la que conducía el sexo? ¿Es sólo un juego de palabras? ¿Un guiño? si fuera así, ¿a quién? No puedo entender el por qué de prohibir adobos, marinadas y fermentaciones, ¿alguna idea? Para abrir boca, ¿qué haríamos sin vino, cerveza, vinagres, quesos, yogures, miso, salsa de soja, kimchi y demás?

Estos mandamientos tienen ya muchos años, pero muchos de sus puntos siguen teniendo sentido, me gustan, sobre todo, el 4º, el 5º y el 8, aunque el 1, 2 y 3 también, pero ahora ya son mucho más obvios.