Alitas de pollo sencillísimas y extremadamente tiernas

alitas al vapor olla exprés y plancha defLas alitas de pollo es uno de mis ingredientes favoritos de todos los tiempos del mundo mundial, sobre todo cuando las tomas con una buena cerveza. Siempre quedan deliciosas y sabrosísimas, las hagas como las hagas. En la mayoría de los sitios las preparan con una piel deliciosa y crujiente pero con una carne dura como una piedra, sobre todo cuando las fríen en aceite. Aquí vamos a intentar hacerlas de la mejor manera posible, manteniendo una piel lo increíblemente crujiente y una carne tiernísima y sin ningún utensilio ni técnica extraña.

Para conseguir una carne tierna hay que someter a las alitas a una primera cocción y luego dorar la piel. Probé a hacerlas al vacío pero nunca conseguí una textura como la que se obtiene con el método opuesto: en la olla exprés, lo que todavía me sigue sorprendiendo.

Después de más de ocho años cocinando al vacío, me he dado cuenta que algunos productos funcionan mucho mejor en olla exprés que a baja temperatura; entre ellos las alitas de pollo, el rabo de vaca o toro  y las costillas de cerdo. La lógica dicta todo lo contrario; si sometes una pieza de carne dura a una cocción a baja temperatura, conseguirás fundir el colágeno (la sustancia que mantiene unido el músculo y lo hace resistente, y por tanto, duro) y transformarlo en gelatina sin que el músculo se contraiga tanto como cuando lo sometes a altas temperaturas – a mayor temperatura, mayor contracción muscular, menos jugos y más seco quedaría el producto. Sin embargo, la práctica vuelve a sorprender, en la olla rápida quedan mucho más tiernas y jugosas. No  entiendo muy bien por qué, pero así es. ¿Alguien podría aportar algo de luz a la oscuridad de mi ignorancia?

En cuanto a cómo aderezarlas: estoy convencido de que las alitas tienen que quedar ligeramente saladas – con la acidez de la lima o el limón, y un picante ajustado al gusto personal. No hay mejor combinación de sabores.

Ingredientes:

  • 500 gramos de alitas de pollo
  • 150 gramos de agua
  • Media cebolla
  • 3 dientes de ajo
  • Una zanahoria
  • Un buen chorro de salsa de pescado
  • Un chorrito de vino blanco
  • Unos cristales de sal
  • Unas guindillas – secas, frescas, como más te gusten – o incluso una salsa a base de chiles puede ser un buen sustituto
  • El zumo de media lima
  • Mucho cebollino muy bien picado

Preparación:

Corta las alitas en tres piezas: la punta, el manchón (la pieza que parece un muslito, la que está más cerca de la pechuga y la blanqueta o mediana (la parte con dos huesos).

caldo vapor

Pon las alitas sobre una maya de cocción al vapor y cuece en la olla exprés con unos 150 ml de agua y con la cebolla, el ajo y la zanahoria.

Pon al fuego y cuando haya alcanzado la presión necesaria, baja la intensidad y cuece durante 20 minutos si son alitas de pollo «industrial» o 30′ si utilizas alitas de pollo de granja.

Abre la olla enfriando bajo un chorro de agua.

alitas al vapor

Retira las alitas y reserva el agua de cocción  (que podrás utilizar como un caldo de pollo ligero.

Tira cuidadosamente de uno de los huesos de la blanqueta – la carne queda tan tierna que no opone casi resistencia, sobre todo si lo haces cuando todavía están calientes.

Seca las alitas.

Termina marcando el manchón y la blanqueta con un chorrito de aceite en una sartén bien caliente hasta que la piel quede crujiente y reserva las puntas para más tarde.

Desglasa la sartén con un chorrito de vino blanco (un fino de Jerez le viene que ni pintado) un chorrito del caldo reservado, añade la salsa de pescado, el jugo de media lima y el picante.

Sirve con muchísimo cebollino bien picado (foto superior).

puntas de alitas super doradas.

Para las puntas de las alitas: dora en una sartén despacito para que queden aún más crujientes y más secas por dentro. Tómatelas con el hueso y todo. Ya verás qué delicia.

Paloma en tres pasos

Como todas las aves, la paloma necesita puntos de cocción muy distintos para el muslo y la pechuga. Por eso me gusta prepararlo cada uno a su manera.

pechuga paloma

La pechuga, la parte más deliciosa del animalillo no necesita nada más que marcar en la sartén de forma que quede crudito en el centro..

Para aderezarlo he utilizado una mezcla de kumquat (sin pepitas, claro), jengibre, azúcar, zumo de lima y un chorrito de salsa pescado, todo triturado con una batidora de mano, cristales de sal caseros y pimienta verde fresca (se puede encontrar en algunos supermercados asiáticos). No puedo daros las proporciones, pero rectifica hasta que tengas una mezcla ligeramente dulce, suavemente salada, muy cítrica, amarga (la parte blanca de la piel da un amargor muy agradable) y con un puntito de jengibre. En cuanto tritures traspasa a un envase plano – el alvedo, la parte blanca de la piel del cítrico contiene pectina, lo que gelificará la mezcla en cuanto enfríe en la nevera. Con las prisas no añadí la gelatina con una cuchara, pero quedaría mucho mejor si se corta en cubitos.

Si no encuentras kumquat, puedes sustituirlo por otro cítrico y si no encuentras pimienta verde fresca, sustituye por pimienta verde encurtida.

solomillo jamón de paloma

Los solomillitos – esa pieza que siempre se «despega» de la pechuga lo curé durante 12 horas con la siguiente mezcla:

  • 1 parte de glutamato monosódico (opcional)
  • 2 parte de sal
  • 3 parte de azúcar

Y lo serví con una lámina finísima de lima kalamansi, un cítrico con un aroma a mandarina increíblemente delicioso y la acidez de la lima, unas gotas de su jugo y pimienta de Sichuán ligeramente triturada (da un aroma cítrico muy interesante y duerme ligeramente la boca).

muslo paloma pho

Los muslitos:

Hice un fondo con las carcasas de 6 palomas bien doradas en la sartén.

Al fondo le añadí los aromáticos de un Pho vietnaminta: anís estrellado, clavo, cassia (se puede sustituir por canela), cebolla y jengibre chamuscados bajo el grill, ajo, salsa de pescado y un poco de azúcar y lo cocí durante 2 horas en olla exprés.

Cocí los muslitos en el fondo en la olla express durante 30 minutos.

Reduje el fondo hasta conseguir una glasa, espesé con Xantana, rectifiqué de sal y añadí un punto de vinagre de arroz y un poquitín de picante para «despertar» su sabor.

Luego los doré en una sartén humeante con la grasa que había flotado sobre el caldo para realzar el sabor del fondo.

Serví la salsa en el plato, los muslitos y luego terminé con cilantro largo – se puede sustituir por cilantro normal.

Codornices, 5 especias chinas

muslos codorniz 5 especias chinasNo puede haber nada más sencillo: echa un poquito de cinco especias chinas a unos muslitos de codorniz, deja en la nevera durante 24 horas y luego dora a fuego fuerte con un poco de grasa de pato – importantísimo que la piel quede bien dorada y crujiente.

Como paso intermedio y para conseguir una textura aún más tierna y que la carne prácticamente se «caiga del hueso» cuece en un caldo de pollo en olla express durante unos 15 minutos. Luego seca bien, especialmente la piel y dora en la sartén.

Decora con unas hojas de cilantro, pimienta recién molida y unos cristales de sal. Delicioso.

Muslos de pollo al vacío con salsa pepitoria

pepitoria

 Acercándose a la perfección: piel crujiente, carne jugosísima y salsa deliciosa.

La pepitoria es una de mis salsas favoritas, aporta un sabor increíble y el punto amargo de las almendras – que me gusta realzar quemándolas ligeramente en la sartén. Además, al hacerlo por separado resulta aún más buena ya que permite disfrutar de su sabor con la mejor textura posible.

Ingredientes para 4 personas:

3 muslos de pollo de buena calidad (deshuesados)

Para la salsa: 

  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Unos 50 gramos de almendras marconas trituradas y casi quemadas en una sartén seca
  • Caldo de pollo
  • Las yemas de un par de huevos
  • Azafrán
  • Perejil

Preparación:

Deshuesa los muslos, añade un 1’5% de sal, 1% de glutamato monosódico y un 2% de azúcar. Envasa y cocina al vacío a 64º C durante 2-3 horas. Enfría en un baño con hielo y agua.

Para la salsa: dora el ajo picado, pocha la cebolla y, cuando esté, añade la mitad de las almendras, el caldo de pollo y las yemas. Tritura toda la mezcla bien y pasa por un colador.

Vuelve a llevar al fuego e infusiona el azafrán unos minutos.

Justo antes de servir, seca el pollo y dora la piel en una sartén antiadherente. Corta en dados de forma que no haga falta utilizar cuchillo.

En un plato caliente sirve la salsa de base, los muslos, un poco de perejil y el resto de almendras tostadas y casi quemadas.

pepitoria 2

Tajine de pollo con limones encurtidos y aceitunas

Este es uno de mis platos favoritos de la cocina marroquí – sabroso y con aromas frescos y potentes.

En realidad es un tajine, pero yo me complico un poco más para que el pollo quede lo más jugoso posible y mantenga una piel crujientísima. Así preparado se pueden percibir mejor todos los sabores por separado, sin que uno predomine sobre el otro y sin que se pierda el delicioso sabor del ave.

tajin de pollo

Como diría alguien que conozco: party, party decoration!

Ingredientes para 4 personas:

  • 2 pechugas de pollo Label Rouge (francesas, deliciosas, sabrosísimas y con una relación calidad-precio insuperable)

Para la salsa:

  • Caldo de pollo
  • 1 cebolla blanca y grande
  • 1 ó 2 dientes de ajo
  • Una pieza de jengibre de unos 2 cm
  • 1/2 limón en salmuera (a la venta en tiendas de productos marroquíes)
  • Un chorrito de salsa de pescado (cuidado, que los limones son muy salados- opcional, que no es demasiado marriquí)
  • Una cucharadita de azúcar
  • Un poquito de vino de Jerez seco (si eres purista, omite)
  • Unas aceitunas verdes (con hueso y luego las deshuesas tú, que saben mucho mejor)
  • Goma xantana
  • Unas hebras de azafrán
  • Unas gotas de jugo de lima
  • Perejil
  • Menta picadita en juliana

Preparación:

Cocina las pechugas de pollo al vacío – 55ºC durante una hora y enfría en un baño de agua bien fría durante por lo menos 20 minutos para que cuando pase por la plancha no se cocine de más.

Pocha la cebolla, el jengibre y el ajo. Cuando esté, añade el limón encurtido (picado), saltea un poco, incorpora las aceitunas, medio vaso de caldo de pollo, un chorrito de vino de Jerez, la salsa de pescado y el azúcar.

Tritura la mezcla con una batidora y pasa por un colador.

Añade un poco de xantana para espesar ligeramente y conseguir una emulsión más estable.

Vuelve a calentar, añade más caldo (si fuera necesario) e infusiona las hebras de azafrán en la salsa hasta que empiecen a teñirla.

Prueba y añade unas gotas de zumo de lima hasta conseguir una salsa ligeramente ácida. Tiene que ser ácida, algo amarga, con un sutil toque dulce. Rectifica si fuera necesario hasta corregir.

Justo antes de servir, dora la piel del pollo en una sartén antiadherente de buena calidad con un poco de aceite hasta que quede crujiente y corta en dados.

Sirve la salsa en un plato caliente (de otra manera se enfriaría rápidamente), añade los dados de pollo y termina con un poco de piel del limón encurtido, menta y perejil, todo bien picadito.

Ahora, lo mejor, ¡a disfrutar!

Deliciosos huevos de codorniz alcalinos «new style»

pidan codorniz 2

Huevos de codorniz «alcalinizados». Geniales para un aperitivo «algo» diferente.

Los que seguís el blog ya habréis leído sobre los huevos milenarios – o huevos pidan, unos huevos curados durante al menos 5 meses en sal y otro ingrediente muy alcalino como ceniza de leña, cal, carbonato de sodio o sosa caústica que hace subir su pH de  9 a 12 ó incluso algo más. Tienen un sabor intenso a huevo con notas sulfurosas y amoniacales y con un aspecto como el de la foto:

huevos milenariosClara color ambar y yema verdosa tras la curación tradicional.

curando pidan

Releyendo La cocina y los alimentos de Harold McGee, volví a encontrarme un texto sobre nouveaux huevos pidan, un método ideado por dos científicos taiwaneses (no especifica de quién se trata) para rebajar las notas aromáticas de estos huevos.

El proceso de curación alcalina se limita a 8 días en una solución con un 5% de sal y un 4.2% de sosa caústica (NaOH, hidróxido de sodio). Es decir, para 1000 gr . de agua, 42 gr. de NaOH y 50 gr. de NaCl (vamos, sal).

En crudo la yema queda totalmente transparente y la clara espesa ligeramente y se hunde; al cocerlo durante 10 minutos a 70ºC, la clara adquiere un aspecto ligeramente opaco, una textura de gel fuerte muy agradable en boca y no cambia demasiado su sabor. La yema adquiere una textura deliciosa, muy untuosa y maleable y un sabor más intenso y notas ligeramente sulfurosas. 

huevo pidan gallina abierto

El huevo de gallina abierto, mira qué delicia de textura, tanto la clara como la yema.

huevo milenario gallina entero

 Huevo de gallina alcalino, después de 8 días de curación.

Como podéis ver en las fotos, también los preparé con huevos de codorniz, adaptando el proceso a su menor volumen: reduje la curación a 3 días y la cocción a 70ºC., a 5 minutos.

El resultado, bastante bueno. Merece la pena probar y juzgar por uno mismo.