Este es un curry que podría ser totalmente tailandés (y en esencia lo es), sin embargo, a parte de la leche de coco, no hay más ingredientes asiáticos. Es impresionante ver cómo el orégano se adapta tan bien a este guiso aportando un sabor fresco e intenso que sustituye a la perfección a las hiervas tailandesas.

Ingredientes para 4 personas:

• 20 gambas medio grandes
• Una cucharada de tomate concentrado
• Media cebolla
• 1 tomate
• Sal
• 75 gr de ají amarillo confitado. (Si no encuentras ají amarillo, prueba a hacerlo con pimientos confitados siguiendo la receta del ají. Quedará distinto, pero también muy bueno.
• 120 ml. de leche de coco
• 1’5 cucharadas de mantequilla de cacahuete
• Pepino en juliana muy fina
• Cebolla frita (de Ikea o de tiendas asiáticas)
• Orégano fresco (si no lo encuentras sustituye por otra hierva aromática, en ningún caso uses orégano seco)
• El zumo de medio limón

Preparación:

Para las gambas:
Pela las gambas dejando solamente la colita. Reserva las cabezas y las pieles para el caldo. Quita el hilito central de las gambas y reserva hasta el final.

Para el caldo concentrado de gambas:
Haz un sofrito con las verduras, reserva y saltea las pieles y las cabezas de las gambas que has pelado, añade el sofrito, cubre con agua y cuece en la olla Express durante 20 minutos. Tritura todo y cuela apretando la mezcla hasta que extraigas todo el jugo.

Para el ají confitado ver post 3 cocciones del ají confitado

Para la base del guiso:
Reduce el caldo a la mitad, añade el ají confitado, la leche de coco y cuece hasta que se corte la mezcla y añade la mantequilla de cacahuete.

Final:
Añade las gambas a la base del guiso caliente. En cuanto se hagan, añade el limón y sirve en cada plato y añadiendo encima del guiso, el pepino en juliana, la cebolla frita y el orégano fresco.