Este es un plato de inspiración singapourense… como ya conté en otros posts, es sencillísimo y buenísimo, uno de mis platos favoritos al que quería rendir un pequeño homenaje.

Yo he preparado una versión más sabrosa e intensa. El método es muy parecido al original, sólo le he añadido algún detalle, como hacerlo con un caldo muchísimo más intenso (debí haber cocido unos 5 pollos en el mismo caldo) y socarrat del arroz que españoliza el plato, aunque sea un poco.

El pollo lleva una salmuera y va cocido por el método chino explicado aquí.

Para el arroz: saltea ajo y jengibre en grasa de pollo (obtenida al desgrasar el caldo, también adición mía, puedes sustituir por aceite). Cuando esté algo dorado, añade el arroz y termina de saltear. Cuece con el caldo del pollo. Y una vez lo tengas, funde un poco más de grasa de pollo en una sartén antiadherente y echa un poco de arroz para tostar la base.

La pechuga va cortada en láminas y aliñada con un poco de caldo para darle aún más jugosidad y aceite de sésamo.

Finalmente para dippear el pollo: salsa de soja, una salsa a base de jengibre, ajo, guindillas frescas, jugo de lima, vinagre de arroz, sal y azúcar.

Y se sirve con un bol de caldo aderezado con cebollino. Y una cervecilla que le va que ni pintao.

Ingredientes: (de izda a dcha y de arriba a abajo) salsa de soja, grasa de pollo, caldo de ave, salsa de jengibre y gindillas, arroz y más ajo y jengibre para el arroz

Pollo cocido y laminado: