Estamos acostumbrados a comer nabos cocidos, pero no comemos tantos nabos crudos como deberíamos, con lo deliciosos que están, picantones, refrescantes y llenos de agua.
Vamos con una receta facilísima, original y refrescante que nos animará a tomárnoslos más a menudo. Seguro que nos alegra la vida.
Ingredientes:
- 2 nabos de tamaño mediano
- Un manojo de rabanitos
- 1 limón en salmuera
- 1 manzana Granny Smith
- Eneldo picado – o sustituye por cilantro, perejil, hierbabuena o una combinación de estas
- Pollo cocido
- Sumac
- Media granada
- Salsa:
- Un diente de ajo
- Un yogurt griego
- Zumo de limón
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
- Rábano picante rallado – o sustituye por mostaza de Dijon
Preparación:
Pela los nabos, la manzana y corta estos y el limón, los rabanitos y el pollo en dados de unos 0.5 cm.
Pon los dados de rábanitos y nabos sobre un colador, añade un poco de sal (un 1% de su peso en sal aproximadamente) y deja que estos suelten su agua durante una o dos horas.
Para la salsa:
Ralla el ajo y el rábano picante con un Microplane y mezcla con el resto de ingredientes de la salsa
Combina el resto de los ingredientes con la salsa, añade mucho eneldo, un poco de Sumac y los granos de media granada. Prueba y rectifica de sal si lo necesita.
Resulta genial como primer plato o para acompañar una carne a la brasa – si lo tomas para acompañar a la carne, prescinde del pollo).