Cena en Kitchen 154 el jueves 1 de diciembre a las 9.30

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Hola a todos,

Tengo el honor de anunciar la primera cena a dos manos entre Kitchen 154 y Umami-Madrid el viernes 1 de diciembre a las 9.30.

Vamos a servir 6 platos, ellos harán:

  • Merluza de pincho black pepper
  • Rendang de ossobuco
  • Y de postre, kaya, frutas y teja

Y yo prepararé:

De aperitivo, Galloping Horses

Galloping horses pineapple

Ensalada templada de raya a la mantequilla negra

raya final

Y contramuslos de pollo al jengibre

pollo al jengibre

Las reservas se harán por estricto orden de entrada a través de WhatsApp en el 682633837. Hay unas 30 plazas disponibles.

Y un último favor, como el blog ha tenido poca actividad en los últimos meses, os agradecería muchísimo que dierais difusión a la cena en vuestras RRSS (Twitter, FB, Insta…) con el cartel y link al post.

Gracias y ¡hasta dentro de una semana! Un abrazo

La Terraza del Casino e Inedit


Ya había ido hace unos cuatro años en la Terraza del Casino y mi experiencia fue buena. Un servicio perfecto hasta el extremo y una sala acogedora, aunque algo fría. La comida tenía un aspecto increíble, pero me daba la sensación de que carecía de corazón. Todo estaba bien ejecutado y equilibrado a nivel de sabores, con una estética perfecta, pero no despertaba emociones, no removía, no dilataba pupilas. Por eso, cuando volví esta última vez esperaba comer muy bien, pero sin grandes emociones.

Y cual fue mi sorpresa que disfruté como pocas veces en mi vida en un restaurante así: los platillos que tomamos rebosaban sabor, no como acostumbran a hacer en los grandes restaurantes, que se empeñan en hacer platos de sabores sutiles, de una delicadeza que aturde. Esta ocasión todos los sentidos se activaron, todo lo que tomamos nos hizo disfrutar como enanos (léase como a niños).

Una de las cosas más increíbles fue una aceituna crocante, con un sabor a aceituna intensísimo.

El bocadillo de chorizo tenía un sabor increíble, simplemente dos láminas finísimas que ocultaban en su centro sus una grasa de chorizo sabrosísima. La esencia llevada a su mayor extremo.

Sin duda lo mejor que tomamos fue una lengua de Wagyu con puré de apio, foi y salsa teriyaki. Yo soy un auténtico fan de la lengua, pero en este caso cualquier la realidad superaba a mis mejores fantasías: un cubo rectangular de lengua, cocida a baja temperatura, probablemente alrededor de los 65º, tan tierna y jugosa que se te caían las lágrimas de placer y dorada y crujiente en el exterior. No me lo podía creer mientras lo comía. Sólo por este plato merecó la pena comer ahí.

Pero no fue sólo eso; el gallo de San Pedro con tres tipos de puré de limón (con más o menos albedo, y con puntos de amargo diferentes) también fue impresionante. Y el pichón, jugosísimo y absolutamente delicioso.

Toda la cena se sirvió con cerveza Inedit, una cerveza sorprendente por su escaso amargor (no lleva lúpulo) y sus notas cítricas, con presencia clara del cilantro. Una gran cerveza que te ayuda a combinarla con cualquier comida, y que además aporta una ligereza increíble que no tienen el resto. Y para platos asiáticos va de morir.

Antes de la cena hicimos una cata de la mano de @FerrerPepe donde combinamos la cerveza con una serie de geles que hacían las veces de tapas y platillos, concentrados en su máxima expresión interesantísima y original como pocos. Vimos cómo podía potenciar sabores o matizarlo. Y lo entendimos no con la cabeza y la razón, sino con la experiencia. Buenísimo.

 

Sandó by Arzak instructions

El famoso cocinero Juan Mari Arzak, con 3 estrellas Michelin en su haber, ha dejado su huella en la capital madrileña. Sinergia sorprendente en el mundo de la alta gastronomía, el equipo de cocineros de Arzak ha salido del país vasco para ofrecernos una nueva carta en el restaurante Sandó.

De esta experiencia culinaria en el restaurante podemos destacar el cuidado de la materia prima y un estilo tradicional con un toque de vanguardia.

Probamos el menú degustación (que salvo un plato es apto para celíacos), que incluye 2 amuse-bouche, 4 platos, postre y petits fours:

 

–          Pastel de cabra roca

–          Arroz inflado pescado de roca

–          Sorta de langostinos y maíz

–          Huevo con setas y foie

–          Merluza con aceite de chipirones y cebollino

–          Carrilleras con piña y cogollo plancha

–          Sopa de chufas, pan y mango

En un lugar acogedor, con un servicio amable, cada plato estaba bien presentado, con sabores clasícos y respetando los tiempos de cocción y los productos.

Para acompañar la comida, bebimos un Matarromera, Melior 2011, un verdejo estupendo y el ROA, crianza 2008, Ribera del Duero. Arzak Instructions también ha seleccionado la bodega del restaurante, con 50 referencias nacionales y extranjeras.

 

Restaurante Sandó by Arzak Instructions.

C/ Isabel la Católica 2-4. Madrid. Tel. 915479911.

Horario: De 13:00 a 16:00 h y de 20:00 a 23:00 h, y hasta las 00:00 h viernes y sábados. Cierra domingos noche y lunes todo el día

Menú degustación de 49 € (sin IVA y sin bebida)

 

¿Un secreto?

Entra discretamente (normalmente es solamente para sus clientes…) en el Hotel Mercure Santo Domingo, y descubre el impresionante jardín vertical que el Libro Guinness de los Récords ha llegado a posicionar como el más grande del mundo…

 

Nikkei 225. Increíble fusión entre Japón y Perú

La semana pasada tuve la suerte de que nos invitaran a Nikkei 225, sin duda uno de los mejores restaurantes japoneses que hay en Madrid. Y lo mejor es que estuve rodeado de un gran grupo de amigos, nos lo pasamos genial.

Donde más me gusta ir a comer es a restaurantes japoneses porque la comida siempre es ligera, suave y sales del restaurante sin sensación de estar saturado, como por desgracia suele pasar en la mayoría de sitios, que abusan de ingredientes grasos. Sin embargo, para mí el gran pero de los japoneses es que, a pesar de ser delicioso, los sabores son sutiles, demasiado suaves, algo neutros. Este no es el caso de Nikkei 225. Debido a su influencia peruana, sus sabores son más marcados, más pronunciados, más intensos, lo que aumenta la capacidad de disfrute e intensifica la experiencia. Cuando a uno le hablan de restaurantes “fusión” tengo la tendencia dudar y pensar en una mezcla forzada, en que vas a salir con la sensación de que se ha montado un puzzle con piezas de distintos rompecabezas y el resultado final no concuerda. En este caso pasa lo contrario, el toque peruano refuerza con esa intensidad que a veces hecho de menos en la cocina japonesa, esa viveza y espontaneidad de la cocina peruana, que, en vez de ronronear, baila en la boca a ritmo de ají.

Empezando por lo más básico, que siempre es lo más importante, tienen uno de los mejores arroces de sushi que se preparan en Madrid, al mismo nivel que el de Miyama y Sushi 99, con el punto perfecto de cocción, poco prensado al preparar el sushi, lo cual es un gustazo porque se deshace en la boca y resulta liviano y además, está “aliñado” a la perfección. Y los pescados son increíbles.

Y como todo, también tiene su lado negativo, es bastante caro, claro que depende mucho de lo que comas, lo cual es un problema en cualquier japonés porque uno nunca queda lleno y se puede pedir y pedir sin límite, especialmente cuando ves platitos y platitos que quieres probar, algo dificilísimo de resistir en un restaurante como este. Al final, aunque puedes acabar pagando entre 80 y 120€ por persona, creo que merece la pena.

Qué comimos? Esta vez nos pusimos las botas y tomamos un menú con mucha más influencia peruana de lo que había tomado yo antes. Y para rizar el rizo, acompañaron la comida de Champainges impresionantes. Me llamó muchísimo la atención el último que tomamos, un vino envejecido, de tono oscuro, impresionante.

  • Usuzukuri de Toro con tartar de tomate y confitura de jengibre.
  • Usuzukuri de pescado blanco del día.
  • Ceviche de corvina en salsa de lulo y wasabi.
  • Cangrejo real a la plancha con aderezo de cebollas y miso.
  • Niguiri Sushi by nikkei 225: Guncan de tartar de atún con huevo de codorniz, Guncan Criollo versionando el pan con chicharrón peruano, Pez mantequilla con adobo de anticucho y pesto de cilantro, Guncan de anchoas con puré de tomate y aguacate.
  • Chupe de gambas al curry
  • Tempura de Bacalaitos
  • Tempura de Ortiguillas
  • Postre: Pisco Sour.

Tapas y Blogs en el Restaurante Lua

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Fotos del grandísimo fotógrafo y gastroblogger Carlos Noceda

Aunque he ido a Lúa un montón de veces, esta última fue especial, no sólo por la inmejorable compañía, sino porque fue la primera vez que visité el nuevo local, en la calle Eduardo Dato, número 5.

Lúa es un restaurante único, siempre que voy me siento como en casa, un lugar acogedor que ha mejorado con el nuevo emplazamiento con mucho más espacio, más luz y con una decoración muy agradable, limpia sin ser minimalista y con unas columnas de madera que le dan muchísima calidez. Y el portón de entrada es simplemente espectacular.

No sólo el ambiente te hace sentir bien, sino que todo lo que construye la «experiencia Lúa » está alineado: los camareros combinan perfectamente un saber hacer impecable con una cercanía perfecta, Manuel Domínguez, el jefe de cocina y dueño, un tío encantador, que se acerca siempre a la mesa para interesarse por lo que has comido y su comida, perfectamente equilibrada entre lo placentero que resultan los sabores tradicionales y las nuevas revisiones, además de unas presentaciones impolutas.

Una de las cosas más interesantes del restaurante es que no tiene carta, sólo sirven menús degustación que van variando mes a mes, manteniendo sus platos insignia, como su versión de sopa de ajo, impecable. Y los menús siempre combinan pescado, carne (en muchas ocasiones cordero) y algún plato de cuchara, que siempre son de agradecer.

Una novedad que creo que os va a encantar es cómo se ha planteado la venta de vino: en vez de cobrarte por cada botella a precio de restaurante, cobra el descorche por persona una sola vez y las botellas se pagan a precio de coste.

¿Qué tomamos ésta vez?:

  • Falso capuchino de lentejas y espuma de boletus.
  • Tartar de atún con guacamole de wasabi y lima, polvo de nachos y vinagreta de frambuesa.
  • Sopa de ajo con yema de huevo escalfado, palomitas de arroz rojo y carpaccio de trufa negra.
  • Merluza al vapor sobre sopa de maíz, crudité de verduras y praliné de cacahuete.
  • Albóndigas de venado en reducción de teriyaki sobre un puré de yuca y nabo y falsa guindilla.
  • Crema de queso San Simón sobre sopa de violetas, crujiente de miel y cristal de violeta.

¿Y qué bebimos ?:

  • Tres Matas crianza 2009 Tempranillo D.O. Ribera del Duero
  • Bianca 2010 Verdejo 100% D.O. rueda
  • Ontañon Crianza 2008 Tempramillo y Garnacha D.O. Rioja
  • Estrella Galicia Selección 2012 8º Vol.