¡Nos vamos de vacaciones del blog!

¡Buenas!

Como os habréis dado cuenta los que nos visitáis a menudo, llevamos casi un mes publicando bastante menos de lo habitual. Hemos estado muy ocupados con otros menesteres. Y ahora nos toca tomarnos unas buenas vacaciones del blog de casi un mes de duración.

A la vuelta llegarán muchos posts muy MUY interesantes, que matarán a más de uno de envidia, y con una temática que seguro, SEGURO os va a encantar.

Y también empezaremos la temporada de las cenas secretas con platos nuevos – no puedo desvelar más.

¡¡¡¡Hasta pronto amigos!!!

Club de cerveza artesanal Mumumio

Mumio me envió una caja de cervezas artesanas para que las probara y también, claro, para que hablara de ellas en el blog. Y lo hago porque me parece una iniciativa interesantísima para los que no podemos estar al tanto de todas las novedades que se están produciendo en el mercado de las cervezas artesanas (que son muchísimas) y porque la idea de Mumumio me parece muy interesante. Te ofrece la posibilidad de recibir tres tipos de cerveza artesanas al mes (cuatro botellas por variedad, un total de 12 botellas) para que las pruebes y vayas conociendo las últimas variedades del mercado.

El pack de 12 cervezas cuesta 29.95€ incluyendo los costes de envío, un precio algo elevado si lo comparamos con las cervezas industriales (sale a 2.49 cada botella), pero te permite disfrutar de una amplia variedad de cervezas mientras que ellos eligen las variedades por ti. Para más información, pincha aquí.

Mumio te enviará cervezas artesanas, sin aditivos ni conservantes, que llevan una segunda fermentación en la botella, responsable de gas y su deliciosa espumita (a las cervezas industriales se les añade CO2 para replicar el proceso) y que no están pausterizadas, lo que le da un mayor cuerpo y personalidad al líquido. Son cervezas con más sabor, algo más amargas.

 

Carne seca y crujiente a la tailandesa

Con este aperitivo vamos a conseguir todo lo contrario a lo que solemos hacer en el blog: carne seca, dura, pero con un sabor intensísimo. Delicioso aperitivo, os lo aseguro y apto para cualquier paladar.

Nada más fácil, y ahora que estamos en verano podemos hacerlo de la manera tradicional, secándola al sol.

Para hacerlo necesitarás:

  • 500 gr. de carne magra cortada en láminas (puedes hacerlo a favor de la veta como aquí para obtener una textura más dura, como la del jerky americano o en contra de la veta para un resultado más tierno)
  • Una cucharadita de sal
  • Una cucharada de azúcar
  • 2 de salsa de ostras tailandesa
  • 2 de salsa de pescado (o 3 de salsa de soja)
  • 1/2 cabeza de ajo bien picada
  • Jengibre (opcional)

Preparación:

Pica muy bien el ajo (o tritura), mezcla con el resto de ingredientes y deja macerar la carne durante una noche en una bolsa de zip (o mejor, al vacío) en la nevera.

Al día siguiente seca la carne al sol hasta que pierda más o menos la mitad de su volumen – puede que unas 5 horas, pero depende mucho de la temperatura.

Puedes congelar en paquetitos de ración y usar más adelante.

Luego hay dos opciones:

  • La tradicional, freír la carne en aceite hasta que quede bien dorada.
  • La segunda, mi opción favorita (más ligera y con un resultado más crujiente): dorar con en el horno, con el grill a tope hasta que quede bien crujiente, da la vuelta y dorar de nuevo.
Un sabor a carne delicioso e intenso, crujiente por fuera y todavía con cierta jugosidad por dentro.

Sot l’y laisse y la pollería Hermanos Gómez, entre Bravo Murillo y Magallanes

Que significa “los tontos lo dejan” porque está tan buena que es un crimen olvidarse de ella (en inglés se llama ostra, probablemente debido a su forma). Es una pieza única de cualquier ave que está escondida en la espaldilla, a la altura de los riñones y en el extremo final del contramuslo. Os dejo una foto de Wikipedia que explica perfectamente dónde encontrar la pieza:

Y tiene una textura firme a medio camino entre la de una molleja confitada y la de un muslo. Sabroso y sorprendente.

Lo encontrarás en cualquier pollo que compres, pero también se vende por separado en algunos sitios especiales, que aman lo que venden y que tienen una selección de productos increíble (la de la foto es de pavo).

La mejor pollería que conozco – y el único sitio que sé que la venden por separado – es la tienda del gran Higinio y hermanos: Hermanos Gómez. Está en un sitio insospechado, en una galería comercial con dos entradas (y curiosamente, también con dos salidas), una por Bravo Murillo 33, enfrente de los Cines Verdi, y otra por Magallanes 44.

Desde que la conozco estoy fascinado, todavía no me lo puedo creer. El primer día, para ponerles a prueba, pregunté si tenían crestas de gallo, y me quedé boquiabierto al escuchar su respuesta:

– “¡Claro!, cómo las quieres, ¿confitadas o congeladas?”

Además de pollos, pintadas, codornices, pulardas y demás joyas con alas que trae de los mejores pequeños proveedores de Francia y España, tienen las cosas más increíbles y deliciosas que te puedas imaginar, como por ejemplo, orejas de cochinillo y mollejas de codorniz confitadas y la mejor butifarra que he probado en mi vida, la blanca de los Hermanos Rovira), un producto increíblemente original, hecho con careta y manitas de cerdo. Higinio es un apasionado de los pequeños proveedores que crían grandes joyas en números reducidísimos. Aunque su relación calidad – precio es buena, como dice él, hay cosas que trae que son baratas, porque los esfuerzos y costes que conlleva la cría de estos animales son altos, pero cuestan mucho.

Además Higinio sabe de cocina como nadie y siempre se puede aprender algo de él. Merece la pena pasarse a explorar los tesoros que tiene en su tienda y a escucharle.

Y si vais, decidle que vais de mi parte – o mejor, pedidle un kilo de sot l’y laisse de codorniz, veréis qué divertido cómo reacciona.

Hermanos Gómez Ortiz

  • Galería Comercial Magallanes
  • Entrada por Magallanes 44 ó Bravo Murillo 33
  • Teléfono: 616 756 125

 

Ostras con gelatina rota de tom yum

El otro día estuve revisando Culinary Artistry, un libro maravilloso sobre alimentos que van bien juntos en busca de inspiración para “vestir” unas ostras Sorlut y me encontré que el pollo estaba más que subrayado, una combinación que hace años me llamó mucho la atención y que ahora seguía pidiendo a gritos ponerla en práctica.

¡Eureka!: en la nevera tenía un caldo clarificado de tom yum con base de pollo, le añadí gelatina, que, una vez formada, rompí con un tenedor. Luego abrí la ostra, eché un poco de la gelatina, cilantro, cebollino, lima y un toque de picante.

  • Aromas: a mar, cítrico, a pollo, galanga.
  • Sabores: enormísimo umami, salado, ácido.
  • Sensaciones: dolorosa del picante, gelatinosa, babosa (en el mejor de los sentidos).

Qué gran combinación.